Crítica: The Disappointments Room
El director D. J. Caruso nos ofreció hace unos años Disturbia y La Conspiración del Pánico, dos thriller de lo más aceptables rodados con una buena factura, pero se metió en la ciencia ficción más juvenil y sosa con Soy el Número Cuatro que fue un patinazo. Iluso de mí, pensaba que igual con un film pequeño de terror podría llegar a ofrecer algo decente de nuevo, pero ni con esas, y tras XXX: Reactivated de la que no se oye nada bueno, creo que el director necesita hacer algo bueno ya, aunque estando vinculado a la dirección de G.I. Joe 3 no tendría mucha fe en ello.
The Disappointments Room es un film de terror de casa encantada plagada de topicazos, lo cual ya es una de las constantes del género y no sería un grave problema si el resto acompañara, el problema más grande es una dirección incapaz sacar algo bueno de las escenas de sustos ni de las de fantasmas, unas escenas de flashbacks torpes y mal incrustadas, y con un clímax final tan pobre y tan poco conseguido que parece mentira que lo haya dirigido un director que tiene ya bastante experiencia.
A esto le sumamos un guión bastante simplón y malo, que es más un refrito de cosas ya vistas que otra cosa y que es incapaz de aprovechar la historia oscura que esconde la casa que es de lo poco que se salva en medio de este desaguisado. The Disappointments Room no es una película destinada a un público que habitualmente consume terror, es más bien un telefilm con tintes sobrenaturales para ofrecer en televisión en horario infantil.
Uno acaba pensando que el único propósito del film es el lucimiento de su protagonista, una Kate Beckinsale que cada día que pasa está más guapa y que es toda una declaración de intenciones feministas, es arquitecta y se ocupará de arreglar la casa que acaban de comprar mientras que su marido, como bien dice el mismo, se dedica a jugar a la Xbox entre siesta y siesta.
No tengo mucho más que decir, tampoco merece la pena, The Disapponintments Room es una total e innecesaria pérdida de tiempo, es mi deber avisaros.
