Crítica: Jug Face
Jug Face es un film atípico dentro del género de terror, tanto que incluso no se yo si lo incluiría dentro de esta categoría, ya que al final de terror no tiene mucho y si más de film de suspense con tintes sobrenaturales.
El film se centra en una pequeña comunidad que vive en los bosques que rinden culto a una extraña fosa. Esta fosa les pide sacrificios a través de las jarras que hornea Dawai, una especie de retardado aislado. En las jarras aparece la cara del que hay que sacrificar en la fosa, derramando su sangre en ella. A cambio, la fosa les ofrece protección y cura sus enfermedades.
Ada ve un día su cara en la jarra y decida esconderla para escapar de su siniestro destino, no quiere morir. Pero esto traerá imprevisibles consecuencias en la comunidad, y pronto la fosa empieza a reclamar lo que es suyo a través de la muerte de otras personas.
Por un lado me gusta que Jug Face se aleje de los convencionalismos del género y sepa crear una leyenda propia y un marco propio, pero por otro lado, al film de Chad Crawford Kinkle, que firma el guión también, le falta tensión y atmosfera opresiva para funcionar mucho mejor, parece mal un drama rural que un film de terror.
No tengo muy claro si Kinkle nos quiere ofrecer una crítica sobre estos pueblerinos incultos incapaces de rebelarse a su destino, si una crítica a las religiones y a la ceguera que estás suponen, o si bien tan solo quiere representar como el destino nos afecta y como luchamos para intentar cambiarlo. Creo que no se decanta por nada en concreto, todo es muy sutil, y esto son solo suposiciones mías.
Lauren Ashley Carter firma una buena interpretación protagonista como joven que lucha por escapar de la muerte, consigue que te creas su papel mezcla de palurda y de mujer que intenta defender sus derechos. Junto a Sean Bridgers en el papel de tonto del pueblo son de lo mejor del film, pero no hay que olvidarse de una prácticamente desconocida Sean Young como madre autoritaria que realmente lo borda.
Es una lástima que el film se llegue a hacer algo cansino, y eso que dura poco más de hora y cuarto, y es precisamente porque le falta ímpetu en su realización, saber crear una atmósfera más terrorífica, a pesar de que se trata de una buena idea y de que es un film con un interesante argumento.
