Crítica: A Good Woman is Hard to Find
Segundo trabajo para el director Abner Pastoll tras Road Games en 2015, que nos ofrece un thriller dramático centrado en una madre con dos hijos pequeños que se verá envuelta sin quererlo en un asunto de drogas y se verá obligada a tomar decisiones drásticas si quiere salvar a su familia.
A Good Woman is Hard to Find nos presenta a Sarah, una madre con dos pequeños con problemas para salir adelante, su marido ha fallecido y aunque ella cree que ha sido asesinado, la policía no hace nada por investigar el caso. Una noche, un joven se cuela en su casa con una bolsa de droga robada y la utiliza para que la guarde muy a su pesar, lo que pondrá a sus hijos y a ella misma en peligro cuando los traficantes empiezan a buscar quien les robo y donde se encuentra la droga.
Aunque transita por terrenos que resultan un tanto predecibles y el guion tiene alguna que otra casualidad un poco forzada, lo que podría haber sido un thriller del montón, o como nos gusta decir muchas veces, de esos de sobremesa, se salva gracias a una esplendida Sarah Bolger que borda su personaje y a una dirección tranquila y sobria con algún que otro momento memorable y sangriento, y sobre todo con la escena de las pilas al principio que ya te hace amar a su protagonista.
A Good Woman is Hard to Find aborda por el lado el tema feminista y de maternidad llevada al extremo y también se apoya en el tema social de una clase baja con problemas para salir adelante, y demuestra que lo que es difícil no es encontrar una buena mujer, sino que lo que realmente es complicado es encontrar un buen hombre, no nos presenta ni un solo personaje masculino que merezca la pena.
