Satanic Panic es una comedia de terror que nos cuenta la historia de Sam, una joven que empieza a trabajar repartiendo pizzas y que en su primer día se topa con un culto satánico de gente rica e influyente que necesita a una virgen para su ritual. Sam se verá inmersa en una noche de incredulidad y de huida contra magia oscura y extraños aliados.
Chelsea Stardust debuta con esta simpática comedia de ritos satánicos que nos puede llegar a recordar a la reciente Noche de Bodas por la situación inesperada con la que se encuentra su protagonista. Y aunque no tiene el ingenio ni la eficiencia de esta ultima, si que consigue sacarte una sonrisa de vez en cuando y tener algún que otro puntazo, como la gran escena de muñeco vudú o la de los niños.
Hayley Griffith es Sam, una joven inocente y desesperada por conseguir algo de dinero cuyo primer día repartiendo pizzas no será como esperaba y que al final se verá atrapada en una espiral de locura y de ocultismo en un barrio residencial de gente adinerada donde nada es lo que parece. Griffith hace que su personaje te caiga bien de buenas a primeras y que te involucres con ella, pero quien realmente llena la película es una Rebecca Romijn que como maestra de ceremonias del culto parece habérselo pasado de lo más bien. Luego tenemos un cameo de Jerry O’Connell bastante divertido.
Satanic Panic tiene buenos momentos aunque le falta un poco de continuidad y el haber rematado la faena de una forma más contundente, ese ritual final parece un poco pegote y resulta bastante absurdo, pero en su conjunto es una película amena que rebosa humor negro y crítica social, una vez más los ricos son los malos que buscan conseguir poder a cualquier precio y los pobres al menos tenemos buen corazón y buenas intenciones.
