De toda esta moda de adaptaciones literarias de ciencia ficción, sin duda la más ingenua, sencilla e infantil de todas sea esta The Giver, y aunque tenga continuación en libros, trilogía como manda la moda, el film queda bastante cerrado y no creo que de para mucho más. The Giver guarda muchos parecidos con Divergente en la idea de presentarnos un futuro lejano distópico, aunque tienen sus diferencias, este es todavia peor, ya que aquí la sociedad ha eliminado el dolor y vive una vida tranquila y apacible a cambio de perder las emociones y la libertad.
Nos encontramos con que después de una gran guerra la humanidad vive aislada en una gran comunidad donde se han suprimido ya no solo el libre albedrío, sino prácticamente la totalidad de las emociones, el concepto de familia, y hasta los colores, por eso la película juega con el blanco y negro todo el metraje. Todo el mundo tiene que medicarse a diario para que las emociones no puedan salir a la luz. Nuestro protagonista en un joven que acaba de terminar su etapa escolar y en una ceremonia de graduación se les designa a todos sus futuras ocupaciones.
Resulta que el protagonista será el que recibe recuerdos, lo que significa que será el que conozca el pasado de la humanidad y será el que si algún día sucede algo tendrá el conocimiento para decidir. A través del dador de recuerdos, al contacto con sus manos, empieza a descubrir nuevas sensaciones, el mundo en colores y hasta las emociones, además de lo que se esconde tras la niebla que rodea su comunidad, lo que puede haber más allá de lo prohibido. Pero esto conlleva tambien no tan solo percibir lo bueno de la vida, sino tambien lo malo, lo doloroso, todo aquello por lo que ahora está siendo protegido.
La película no solo peca de inocente y simple, sino que además está llena de incongruencias, los personajes cuando interesa si que resulta tienen un atisbo de emoción, lo justo para ayudar al protagonista a salirse con la suya en situaciones complicadas. Y ya el final es de escándalo, tan absurdo y poco creíble como prácticamente el resto de la película, lo que llega a sufrir el prota con un bebe a cuestas es de traca para solucionarse todo de una manera tan absurda.
En fin, que ni Jeff Bridges ni Meryl Streep son suficiente aliciente para salvar este descalabro de ciencia ficción que incapaz de tejer una historia con un mínimo de interés, con unos personajes de lo más estereotipados, y un mensaje demasiado infantil como para resultar motivador.
1 comentario
Es un remake más absurdo de la película la Isla