Más Allá de Sitges 2013 XIII: The Machine, The Wind Rises, Big Ass Spider y The Station
Ultimo post de críticas de Sitges en el que comento lo visto el sabado tarde noche y las dos películas que vi en la maratón, la primera nos la perdimos ya que el Auditori iba con mucho retraso tras la gala de clausura, como ya es habitual.
The Machine: Curioso film de ciencia ficción que para ser un trabajo independiente tiene un nivel visual y de efectos muy logrado dentro de su pequeño formato. La película nos sitúa en un futuro no muy lejano en el que Inglaterra está sumida en una guerra fría con China. Los esfuerzos en defensa británicos pasan por conseguir una inteligencia artificial para crear soldados para el campo de batalla o para introducirse como espías en China.
El doctor Vincent McCarthy es el encargado del proyecto y trata de encontrar trabajos sobre inteligencia artificial que le convenzan para usar. Finalmente encuentra a Ava, que ha creado una IA que podrán usar y la contrata para trabajar con él, pero las cosas no acaban saliendo como esperaba.
The Machine no nos contará nada nuevo, se trata del peligro que implica jugar con las inteligencias artificiales y como estas no siempre acatarán las órdenes militares que se le darán, pero está rodada con sumo mimo y con una historia con varios matices, como traiciones, juegos sucios, romanticismo y ciencia ficción muy científica. No tiene nada que ver con una serie B, sino con un film de alta tecnología muy técnico y un desarrollo al estilo del cine independiente.
No puedo evitar nombrar a Caity Lotz, su protagonista que va camino de convertirse en nueva musa del cine de género, ya que tras Death Valley la hemos podido ver en The Pact, en esta The Machine, y la veremos esta temporada en Arrow como Canario Negro, atentos a esta actriz que seguro que la veremos en más trabajos en el futuro.
The Wind Rises: Último trabajo del maestro Miyazaki, que se despide con un trabajo que se desvía bastante de su línea habitual de fantasía, ya que se centra en la figura real de Jiro Horikoshi, diseñador de aviones de guerra, el más conocido de ellos el de combate llamado Zero.
Desde que se anunció el proyecto pensé que el director se estaba metiendo en camisa de once varas al retratar la vida de un constructor de aviones de guerra en plena Segunda Guerra Mundial cuando los japoneses eran aliados de los Nazis. Pero muy inteligentemente, Miyazaki rehúye toda polémica posible realizando un relato muy edulcorado y suave del personaje, dejándonos claro en todo momento que para él su sueño es diseñar aviones, y si lo que es posible en la época son aviones de guerra pues diseñará eso.
El film no entra en ningún momento en valorar la guerra ni en posicionarse en algún bando, sino todo lo contrario, aprovecha cualquier oportunidad para lanzar un mensaje en contra de la misma guerra e insiste en que Jiro diseña aviones porque es lo que ha deseado siempre y supone un reto para él, no para ayudar en la guerra.
Como siempre, la calidad de animación es sorprendente, tanto por lo artesanal como por lo detallista y colorida que resulta, no esperábamos nada menos. The Wind Rises nos contará la vida de Jiro desde que era pequeño y soñaba con aviones hasta que logra construir su primer avión de combate, pasando por el romance y diversos capítulos en su vida de importancia.
Miyazaki se aleja de la fantasía más desbordante, pero no la elude del todo, ya que a través de los sueños del personaje veremos como avanza en su vida y veremos como estos son importantes para el devenir de la historia. Quizás el retrato de Jiro sea demasiado suavizado, demasiado bonito para ser real, pero creo que hay que quedarse con el mensaje más que buscar su credibilidad, es el último film del maestro de la animación, y aunque no vaya a ser su mejor obra, se trata de un film que encaja perfectamente dentro del estudio y de su visión amable del mundo.
Big Ass Spider: La introducción de Big Ass Spider es sin duda lo mejor del film, la imagen a cámara lenta, la música de una versión de Where Are My Mind, la destrucción, la araña gigante en un rascacielos, impresionante. A partir de aquí el film baja el nivel considerablemente y empieza una pequeña película de humor, ciencia ficción y terror que si uno tiene claro lo que va a ver, tampoco es que sea tan desastre, desde luego es mucho mejor que Spiders 3D.
Una araña escapa de un laboratorio y se irá haciendo cada vez más y más grande hasta volverse gigantesca. Un exterminador de plagas y un guardia de seguridad latino formarán una improbable pareja que se enfrentará al peligro aun en contra de lo que les mandé el ejército que intentará controlar la situación.
Greg Grunberg, al que seguro recordaremos de la serie Heroes, realiza un trabajo de lo más solvente como exterminador graciosete propenso a meterse en líos, y su acompañante es Lombardo Boyar, el contrapunto bonachón y gracioso, si aun más, del protagonista, o como bien dice él en un momento de la película, el Robin para Batman.
Una trama sin mucha coherencia que buscarle, una araña que crece de tamaña de forma desmesurada de un instante a otro, unos efectos especiales justitos y todas las pegas que queráis ponerle, pero tampoco hay que negarle su mérito, en una película con un ritmo que no para de principio a fin, que tiene acción y un araña gigante. Para los que sepan disfrutar sin complejos de una serie B divertida.
The Station: Última película del festival que me veo el sábado a las 4:00 de la mañana, las fuerzas ya están por los suelos y el sueño cada vez cuesta más mantenerlo alejado, pero todo y así me veo entero un film que igual es el cansancio o las ganas de cama, pero me parece que no me merece la pena.
Nos encontramos en una estación climatológica en lo alto de los Alpes. Allí hay un grupo de científico y Janek, un lobo solitario que lleva ya 5 años en la estación. Se acerca la visita de la ministra de medio ambiente justo cuando descubren un extraño líquido rojo que tendrá unos efectos inimaginables en la fauna local.
Dicho líquido es un potente agente biológico de origen desconocido que tiene la particularidad de mezclar el ADN de diferente especies, dando lugar a un buen número de grotescas criaturas que no tardarán en amenazar la vida de los habitantes de la estación y del equipo de la ministra que se desplaza hasta allí.
Cuando veo una película de monstruos, quiero que me enseñen un monstruo o monstruos de un diseño currado y amenazador, y en eso falla estrepitosamente la película, ya que los monstruos apenas se ven y cuando se ven no son más que un amasijo de huesos y pelos difíciles de distinguir.
Puedo tolerar la trama y las discusiones internar entre el grupo, e incluso alabo alguna que otra escena con la ministra de protagonista que está muy bien conseguida, pero cuando llega ese final, más ridículo imposible, me acabo desesperando y lamentando el haber perdido dos preciosas horas de sueño, vaya un final de Festival más grotesco y flipante, no se si reirme o llorar ya a esas alturas.
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