Crítica: Tell Tale
Tell Tale es un thriller con elementos fantásticos o sobrenaturales que se basa en el relato Edgar Allan Poe llamado The Tale Tell Heart. El film empieza con el trasplante de corazón a su protagonista, quien después empezará a tener extrañas visiones. Todo apunta a que su donante fue brutalmente asesinado, y ahora él tendrá que encontrar a los culpables.
Paralelamente nos encontramos con que da comienzo una relación de amor entre nuestro protagonista y la doctora de su hija, que sufre una extraña dolencia llamada Fibrodisplexia Osificante Progresiva, pero bueno, es un detalle insignificante en el film. Las investigaciones para encontrar a los asesinos de su donante, llevarán a nuestro protagonista a tener una especie de colaboración con el policía encargado del caso y a destapar una trama de compra venta de órganos.
Tell Tale cumple sus funciones como thriller modesto que no va más allá de sus limitaciones de film directo a DVD, poca cosa hay destacable en él, llega a entretener pero sin atrapar en exceso y es fácilmente olvidable después de su visionado.
Y es que lo mejor en Tell Tale son sus secundarios, la siempre guapa y esplendida Lena Headey y Brian Cox haciendo de policía que investiga el caso de la muerte del donante cuya vinculación personal al caso no deja de ser más que cuestionable. Su presencia es lo que da algo de motivación a la cinta, aunque sus actuaciones no sean nada del otro mundo.
Y es que Tell Tale no da para mucho más, se estanca en una puesta en escena que no llega a motivar ni emocionar más de la cuenta con excesivo aire de telefilm. Porque las muertes de los culpables daban para algo más agresivo, pero su director no quiere ensuciarse mucho las manos, y ni siquiera una vuelta de tuerca final hace que el film gane fuerza.
