Crítica: Seance
Tenia muchas ganas de ver que tal el debut en la dirección de Simon Barret, guionista de películas como You’re Next o The Guest, que también firma el guion de esta Seance, un film que empieza como terror sobrenatural pero que se va tornando poco a poco en un slasher convencional, en una mezcla de géneros de la que no sale muy bien parada por muy buenas intenciones que tenga.
Seance nos lleva hasta un prestigioso instituto de élite para chicas, donde tras una broma macabra, una joven acaba suicidándose tirándose por la ventana de su habitación, aunque las causas de la muerte no quedan demasiado claras. Tras su muerte, llega una nueva alumna que no tarda en tener un primer enfrentamiento con el grupo de amigas de la chica que acaba de morir. Cuando la jóvenes empiezan a desaparecer y morir en extrañas circunstancias, la chica nueva deberá unirse al grupo a regañadientes para una sesión de espiritismo y esclarecer si las muertes tienen que ven con un antiguo fantasma del colegio en busca de venganza.
Barret intenta realizar un film con clara influencia del Giallo, pero jugando con la opción sobrenatural, con un elenco de protagonistas femeninas, tan solo hay un actor en todo el reparto, que nos puede remitir a Suspiria. Pero la mezcla de los dos elementos no acaba de cuajar del todo una vez se empieza a intuir, y a mostrar, que las muertes no tienen nada de sobrenatural. Al final, Seance juega a ser un slasher típico que poca cosa aporta al género, por muy bien realizado que esté, ya hemos visto demasiadas películas de este tipo. Aunque su resolución acaba siendo bastante evidente, consigue al menos darle un par de vueltas con unos giros resultones y sobre todo abrazando el gore más salvaje en su tramo final, algo que siempre se agradece y ayuda a levantar un poco el visionado.
El cine americano tiene un problema con el casting a la hora de hacer películas de instituto, y es que poner como adolescentes a mujeres que están más cerca de los 30 que de tener los 15-16 años que se supone debería ser la edad que les tocaría, es de lo más chocante. Y es que en Seance, ninguna de las estudiantes protagonistas aparenta ser una jovencita ni de lejos. Con lo cual, el tema actuaciones, ya viene algo condicionado por este problema, y aunque ellas lo intentan, no me creo a ninguna como estudiante de instituto ni siquiera con el uniforme de faldita y chaqueta.
Como debut de Simon Barret, esperaba mucho más. No es que sea una mala película ni mucho menos, es cortita y por momentos logra crear una tibia atmósfera de inquietud y misterio, y el final consigue que al menos no tenga la sensación de haber perdido de todo el tiempo, pero no deja de ser un poco más de lo mismo que ya habremos visto decenas de veces, y su intento de darle un toque paranormal y de fantasmas parece al final estar más forzado que otra cosa.
