La filmografía de Lars Von Trier siempre se ha centrado en la figura de la mujer, indiscutible protagonista de sus películas, y en el sexo de una manera u otra, como arma de la mujer, como disfrute o bien como desgracia en algunos casos, con lo que no era de extrañar que el director acabara rodando una epopeya de dos partes dedicada a una ninfómana que aúna todos los trazos característicos de su cine.
Ya sabemos que en el cine estos temas suelen levantar bastante controversia, uno puede mostrar mil muertos en una película, pero el sexo sigue siendo todavía bastante tabú, y Von Trier, conociéndolo, no se iba a cortar ni un pelo a pesar de contar con estrellas de reconocido renombre en el film muchas de las cuales no han tenido reparos en aparecer como Dios les trajo al mundo. Con lo que se ha tenido que comercializar una versión «reducida», lo de las comillas es porque llamar versión reducida a una película de cuatro horas tiene su guasa, y además censurada ya que la original consta de más de cinco horas.
Tras Antichrist y Melancholia, el primero como acercamiento al terror y el segundo a la ciencia ficción, teniendo en cuenta el particular punto de vista y estilo del director, Von Trier vuelve al drama de toda la vida para contarnos la particular historia de Joe, una joven a la que encontramos tirada en un callejón, maltrecha y sin saber como ha ido a parar allí. Es recogida por un hombre mayor que la llevará a su casa donde esta le contará su particular historia.
A través de cinco capítulos, quedan tres para el segundo volumen, veremos el despertar sexual de Joe y como se acaba convirtiendo en una adicta al sexo a través de historias que se balancean entre la comedia y el drama, con puntos de ironía, gamberrismo, picardía, desesperación, rebeldía, ridículo, soledad y en cierta medida amor, un amor que el personaje se niega a aceptar, y lo que empieza siendo un juego entre chicas, se acaba convirtiendo en una forma de vida al darle la espalda a este temido sentimiento.
Lo que menos me encaja del film son las conversaciones entre Joe y Seligman que van dando pie a los distintos episodios unas veces con metáforas que son más acertadas que otras pero casi siempre son forzadas, y que en alguna ocasión es fácil tachar de pretencioso y pedante.
Es inevitable abordar el tema sexo en Nymphomaniac y sobre todo de como se acerca en esta ocasión el director a él. La versión estrenada en nuestro país es la versión censurada aprobada por el director, con lo que hay sexo y desnudos, pero nada que no haya visto ya con anterioridad. El sexo está rodado de manera fría y sin sentimiento, sin mucho morbo, lo que refleja en muchas ocasiones lo que siente su protagonista, una adicta al sexo que ha perdido cualquier atisbo de sentir nada, ni siquiera por ella misma, ya que se acaba tachando de mala persona y martirizándose por la vida que ha tenido. El sexo es una rutina más que en pocas ocasiones despierta pasión y la larga lista de amantes de Joe se convierte en un juego de azar en el que la desidia acaba ganando siempre.
Hacía tiempo que no veía a Christian Slater tan bien, posiblemente sea uno de los actores de su generación al que el tiempo no le ha sentado tan mal, y posiblemente se puede decir lo mismo de Shia LaBeouf, que tras unos años erráticos cuando parecía que iba a comerse Hollywood, han puesto su carrera al borde del desastre. La escena de Uma Thurman es impagable, de lo mejor del film. La prácticamente desconocida Stacy Martin acaba convirtiéndose en la revelación del film gracias a su composición de una tímida joven Joe pero a la vez descarada, con un alto componente de perversa Lolita.
A falta de ver un segundo volumen que se estrenará a final de mes, que será cuando habrá que valorar el conjunto global y ver si Von Trier se ha excedido en el metraje o si por el contrario ambos films se acaban completando el uno al otro, todo apunta a que lo más fuerte está por venir y que lo visto hasta ahora ha sido tan solo la introducción a la sórdida y libidinosa vida de Joe. Recordemos que en realidad el rodaje total del film es de más de cinco horas, y que lo que vamos a ver rondará las cuatro, con lo que se queda más de una hora en el aire que habrá que recuperar seguramente en su edición en DVD.
2 comentarios
Yo me esperaré a verla cuando se comercialice su versión completa, por que nunca me ha gustado eso de las versiones «cortadas» para luego tener que ver la original.
Tienes toda la razón, pero bueno, por el momento es lo que hay.