Crítica: Not Okay
Este fin de semana pasado se estrenaba en Disney+ esta sátira sobre redes sociales titulada Not Okay, en la que una joven llamada Danni Sanders, a la que nadie hace mucho caso, se inventaba un viaje a un retiro de escritores en Paris para llamar la atención de un chico influencer que trabaja con ella. La casualidad hace que justo en ese instante, la ciudad sufre un ataque terrorista en diversos lugares y Danni se acaba convirtiendo en una especie heroína superviviente que acaba siendo todo un fenómeno en redes sociales.
Me sucede algo extraño con esta película, sobre todo con su protagonistas, una estupenda Zoey Deutch que clava a su personaje, y que me provoca sensaciones encontradas. Por un lado, puedo llegar a entender como se ve arrastrada sin quererlo en una bola de nieve que no para de crecer, pero por otro lado, me provoca rechazo como se aprovecha de la situación para su propio beneficio, con lo que acabo teniendo una sensación amor-odio hacia ella, lo que hace que no acabe de conectar con el personaje, lo cual no se si ya es algo buscado o es tan solo sensación mía.
Not Okay nos plantea una situación llevada al extremo, y aunque el mensaje final es demoledor, reconozco que su parte central me acaba agotando y exasperando, se me hace largo y reiterativo esa escalada de popularidad hasta que llega la gran hostia que ya se veía venir desde el principio. El film está lleno de personajes estereotipados, influencers de moda estúpidos que viven en su propia nube, grupos de personas que se mueven por estatus y que desprecian a los que creen que no están a su nivel, Danni es despreciada por sus compañeros de trabajo que la ignoran, pero ella hace lo mismo con su compañero, tal para cual.
Las redes sociales son crueles, capaces de encumbrar a una persona a la fama y a la vez, capaces de destrozar una vida en un instante. El film funciona perfectamente en su duro mensaje que no pretende maquillar, atizando con fuerza ciertos comportamientos imperdonables, convirtiéndose en una película mucho más cafre de lo puede parecer al principio, lo cual, evidentemente, le hace ganar varios puntos, y hace que el segundo trabajo como directora de la actriz Quinn Shepphard, sea un valiente ejercicio de crítica sin concesiones.
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