Crítica: La Burbuja

Judd Apatow trae a Netflix su nueva comedia que nos lleva al escenario de los primeros compases de la pandemia, en pleno confinamiento, y nos introduce en el rodaje de la sexta entrega de una popular saga llamada Bestias de los Riscos. Todo el equipo del film se encerrará en un gran hotel en las afueras de Londres formando una burbuja de seguridad contra el virus para rodar con tranquilidad y sin percances, pero la situación se irá complicando hasta convertirse en un rodaje interminable y lleno de problemas.
Apatow tira de mucho humor y de mala leche para presentar a sus personajes, un grupo de actores egocéntricos que cada uno mira por lo suyo y que intentan rodar una película que no hay por donde cogerla, burlándose así de las grandes producciones, la verdad es que pinta mucho peor que una película de Asylum. Pero no se queda solo aquí, sino que también reparte a los CEO de los estudios y a los ricos, las apariciones de la jefa del estudio a través de videollamadas son de lo mejorcito.
Y es que el director quiere tocar muchos palos, igual demasiados, lo que sumado a un montaje en el que la sucesión de gags es constante y la cantidad de actores a los que dar protagonismo es considerable, hace que el film se resienta de falta de ritmo y de coherencia, ya que al final parece que tan solo son escenas entrelazadas sin ton ni son con tal de ir metiendo todo lo que se les ocurría. Y el problema es que no todos los gags funcionan igual, y da la sensación de que se ha optado por cantidad más que por calidad.
La Burbuja está llena de referencias culturales y tiene un buen número de cameos de lo más variado, que desde luego ayudan a que se vaya haciendo más llevadera, y me ha hecho especial gracia la presencia de cierto equipo de futbol, esa si que no me la esperaba. En general, el film apuesta por el humor absurdo y ridículo, el de la exageración y llevarlo todo al extremo que consigue arrancarte no pocas risas durante su metraje, pero acaba siendo excesivo y disperso al no centrarse y querer abarcar demasiado.
La Burbuja acaba siendo una delirante propuesta que no tiene reparos en reirse y caricaturizar el mundo del cine desde dentro, con actores de la talla de Karen Gillan, David Duchowny o Pedro Pascal que cumplen sobradamente y que saben meterse en la piel de unos personajes que representan los tópicos más comunes de los actores, pero que peca de exceso, tanto de abordar temas como de cantidad de sketchs, que es un no parar y que claro, no tienen todos la misma gracia ni de lejos.

Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)