Crítica: I Am Mother
I Am Mother es un film de ciencia ficción que se estrenó en Sundance recogiendo bastantes buenas impresiones. Netflix se hizo con los derechos de distribución para estrenarlo recientemente en su plataforma. Se trata del debut de Grant Sputore y nos lleva hasta un futuro donde la raza humana se ha extinguido.
La acción nos sitúa en un bunker donde un robot se encarga de cuidar embriones humanos. Allí pondrá uno de estos embriones a crecer y criará a una niña como si fuera su madre. Así van pasando los años hasta llegar a la adolescencia de la niña que recibe una cuidada educación y toda la atención del robot. Hasta que sucede un evento inesperado, a la puerta del bunker llega una mujer herida que pondrá en entredicho todo lo que la chica creía saber sobre el exterior y sobre su madre.
Nos encontramos con un thriller de pocos personajes, tres contando al robot, que nos coloca en la piel de la joven, ya que en todo momento tenemos la misma información que ella tiene y la película juega a dos bandos, el del robot y el de la mujer que aparece de repente y que nos cambia la perspectiva de lo visto hasta el momento. Como es de esperar, habrá giros de guión y un final abierto a interpretaciones, que acaba siendo bastante satisfactorio.
La factura técnica del film es impecable, los efectos especiales y los decorados impresionan, y el diseño del robot es lo suficientemente dual para causar apego por un lado y terror cuando la cinta lo requiere, es verlo correr por los pasillos y ya acojona. El trabajo de Weta Workshop es una vez más sobresaliente, no se le puede poner ninguna pega.
I Am Mother puede pecar de recrearse en exceso para lo que quiere contar, pero no llega a hacerse aburrida en ningún momento, y las actuaciones de la joven Clara Rugaard y la recuperada Hilary Swank ayudan bastante a ello. Se trata de un thriller muy bien pensado y calculado que sin duda dejará más que satisfecho a cualquier fan de la ciencia ficción más pausada y tranquila, con grandes momentos de tensión y, cuando el robot quiere, momentos de terror.
