Crítica: Furies
Ya tenemos en Netflix la precuela de Furie, film de acción y artes marciales vietnamita de 2019, aunque hay que decir que es una precuela que apenas tiene que ver con el original más allá que nos remonta a un época anterior y al escenario del crimen y contrabando de los suburbios de Saigón. El film se centra en Bi, una joven que malvive por las callejuelas de la ciudad hasta que un día es rescatada por una misteriosa mujer llamada Jacqueline, que la llevará a su casa para entrenarla junto con otras dos chicas y acabar con un capo mafioso que abusa de las mujeres.
Dirigida por Veronica Ngo, protagonista de la anterior cinta y que ahora toma el papel de la misteriosa mujer Jacqueline, nos encontramos con una cinta de acción que cumple su cometido de entretener aunque nos cuente cosas vistas ya demasiadas veces. El villano es el típico flipado pasado de rosca y sobreactuado, muy malo y con un montón de secuaces que solo sirven para caer a la primera de cambio a manos de las chicas.
Veronica Ngo rueda con este su tercer largometraje, y demuestra que tiene mano para la acción, con coreografías bastante vistosas y sin miramientos a la hora de mostrar violencia salvaje y sangre. Aunque mención aparte merece la escena de la persecución en moto en la que se les ha ido la mano con el CGI y luce esperpéntica y ridícula, viendo el resto que está muy bien, parece una broma que han querido meter en medio.
Su trío protagonista es de lo más destacable, los lazos que se crean entre ellas en medio de una ciudad salvaje que no tiene miramientos con los más débiles, en particular con las mujeres. Furies nos habla del valor de la familia, de la lealtad y de la traición, desvelando al final algunos giros que a estas alturas no sorprenden a nadie pero que encajan con lo que cabria esperar.
Furies no llega al nivel de tensión ni de emoción dramática que tenia su predecesora Furie, film mucho más redondo, pero no por ello deja de ser una cinta de acción que se deja ver sin problemas con unas escenas de lucha muy vistosas y bien realizadas para disfrute de los que nos gusta la acción más bestia y descabellada.
