Crítica: Detention
Detention es un film que nos llega desde Taiwan y que se ambienta en la década de los 60 durante la dictadura de represión conocida como Terror Blanco, en donde había libros prohibidos que tan solo haberlos leído o estar en posesión de alguno de ellos era motivo se sobras para ser condenado a muerte.
En medio de este duro periodo, nos situamos en una escuela, donde un grupo de alumnos, alentados por un par de profesores, forman un club de lectura secreto para leer y comentar estas obras prohibidas. Pero rápidamente la película nos sitúa en medio de un siniestro lugar de pesadilla en la propia escuela, donde la joven Fang y el estudiante Wei deberán unir fuerzas si quieren escapar de allí mientras son acechados por fantasmas.
Por lo visto, Detention se basa en un videojuego, el cual desconozco del todo, y nos presenta a unos personajes en un entorno hostil del cual deberán averiguar como han llegado y como pueden salir. Sin memoria, poco a poco irán recordando a través de flashbacks los días previos y se irá descubriendo lo que los ha llevado a estar en ese lugar y la relación que los une.
Detention usa el fantástico y el terror para construir su historia, una trama que se va descubriendo y que incluye traición, amor, pasión, celos, remordimientos y redención. Y todo está muy bien cuadrado para que vayamos recibiendo la información al mismo tiempo que los protagonistas y conozcamos sus motivaciones y porque están donde están.
Detention nos acerca de esta manera a un drama sobre una dictadura y unos jóvenes en rebeldía contada de una manera diferente que hace que te impliques en su historia y que desde luego es todo un acierto. Sin duda una de las mejores películas que estaban dentro de la programación del Fancine.
