Crítica: Dark House

Crítica: Dark House

Victor Salva fue un director que saltó a la fama gracias a Jeepers Creepers a principios de siglo, es decir, el año 2001, y que luego siguió con una secuela. Pero desde entonces na conseguido repetir el éxito y con esta Dark House pretende volver de nuevo al cine de terror, y aunque el resultado no es mediocre, tampoco es para tirar cohetes, dudo mucho que vaya a conseguir lograr el éxito de Jeepers Creepers, de la cual ya está preparando una nueva secuela.

Dark House nos cuenta la historia de Nick, un joven con una curiosa habilidad, es capaz de ver tocando a alguien si va a tener una muerte terrible. La madre de Nick está ingresada en un psiquiátrico, y su última visita con motivo de su 23 cumpleaños no es lo que cabía esperar, pero Nick acaba descubriendo una conexión con su pasado. Junto a su mejor amigo y su novia se embargarán en un viaje para descubrir sus raíces y averiguar de donde procede este extraño don.

Todo el planteamiento del film resulta muy esperanzador, el misterio sobre la extraña casa nos lleva a una búsqueda llena de enigmas y de conceptos que se van desarrollando por el camino de lo sobrenatural. Esto mantiene la atención en la película al menos en su primera mitad, hasta incluso un poco más ya que lo que propone es intrigante, crea su propia leyenda e historia fantástica que poco a poco van adentrándose en el terror.

Aquí es donde este planteamiento tan prometedor empieza a perder fuelle y venirse abajo por momentos. Una vez descubierto prácticamente todo el pastel, nos adentramos ya en territorios más convencionales dentro del género, persecuciones, carreras, muertes y demás, que no llegan a tener la suficiente fuerza para seguir captando la atención que en un principio nos había ganado.

Los protagonistas del film son jóvenes prácticamente desconocidos, y lo único destacable es la presencia de Tobin Bell de la saga Saw, que me gasta unas pintas que no veas, rozando el ridículo y con un papel pequeño.

Dark House no es un completo desastre como podía apuntar en primera instancia tratándose de un subproducto de terror con poco presupuesto, y aunque se nos plantea un original y prometedor enigma con tintes sobrenaturales de inicio, su medio hora final no consigue escapar a los tópicos, y lo que es peor, que ya sabemos que huir de los tópicos igual es pedir demasiado, nos acaba incluso aburriendo y pidiendo la hora.

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2 comentarios

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  1. idris
    idris 22 abril, 2014, 01:16

    Coincido totalmente en la nota que le pones. En un principio la película promete, intentando despegarse del terror de «casas raras» que actualmente se esta proyectando, y al menos,es original en cuanto al planteamiento central (que díficil se hace comentar sin spoliear jejeje), pero da la impresión de que o al final Victor se quedó sin presupuesto o los productores lo abandonaron antes de ver resultados, porque parece que falte metraje en esa parte final, y lo que podría ser una película decente en estos tiempos de remakes se queda en un «quiero y no puedo». Personalmente, se lo perdono, por al menos intentarlo…
    Por cierto, ¿Victor tiene debilidad por los abrigos largos? jejejeje…

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  2. dragón negro
    dragón negro Autor 24 abril, 2014, 01:53

    Pues gracias por el comentario, ya veo que coincidimos en que al final la cosa se acaba perdiendo, ya sea por falta de ideas o por presupuesto, no se. Y sobre los abrigos largos, pues no me había fijado en el detalle, pero bien podría ser, jejeje

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