Crítica: Blasted (¡Caña al Extraterrestre!)
Netflix nos trae esta comedia noruega de ciencia ficción, que han decidido titular en España en un alarde de originalidad como ¡Caña al Extraterrestre!, que nos cuenta como dos amigos de la infancia, Sebastian y Mikkel, se reencuentran tras varios años en la despedida de soltero de Sebastian, aunque este está más interesado en impresionar a un potencial cliente al que ha invitado que en rememorar los viejos tiempos cuando los dos triunfaban como pareja en el juego del Láser Tag.
El film empieza presentándonos a un Sebastian obsesionado con el trabajo y la planificación, con controlar todo lo que le rodea. Sus dos amigos le están preparando la despedida para el fin de semana, y aunque al principio se niega alegando que tiene mucho trabajo, al final acepta ya que ha invitado a un inversor que puede hacer despegar su carrera. Lo que no se espera es que su viejo amigo Mikkel aparezca y se haga con la diversión de la fiesta rememorando viejos tiempos.
Blasted trata sobre la amistad y sobre el paso del tiempo, y como crecemos y decidimos que camino tomar. Sebastian se ha vuelto un adicto al trabajo y su vida tiene que estar totalmente bajo su control y sin espacio para sorpresas, en cambio Mikkel se ha encallado en el pasado y sigue con el juego de pistolas láser. Esta claro que los dos chocarán ya que sus vidas son muy distintas. Y todo esto en medio de una invasión alienígena en la que se verán amenazados y en la que, casualmente, su única esperanza serán las pistolas láser.
Estamos frente a un film de lo más simpático y muy bien realizado, y en el que hay que destacar un perfecto casting y unos actores que trabajan muy bien sus personajes y las personalidades de cada uno, las cuales están muy bien definidas, tanto de los protagonistas como de los amigos, hasta incluso la jefa de policía embarazada están perfectos en sus respectivos roles.
Los alienígenas que nos presentan son una mezcla de varias cosas, una especie de Invasión de los Ultracuerpos pero con luces, y tienen un poco de zombis también, pero la cuestión es que funciona bastante bien. Es cierto que nos lleva por territorios de sobras conocidos, pero tampoco esperábamos que fuera un film que inventara nada nuevo, y cumple sobradamente como comedia sin muchas pretensiones, y además está muy bien rodada y con unos logrados efectos especiales.
En definitiva, Blasted es una agradable comedia cuya fuerza reside sobre todo en sus personajes, todos los secundarios está magníficos, desde los amigos de Sebastian, que son unos frikis de cuidado, hasta el soberbio inversor, y en general todos. Dura casi dos horas pero tengo que decir que no se me ha hecho nada larga, se nota que me lo estaba pasando bien.
