Crítica: Among the Shadows

A veces uno tiene una noche tonta y se dispone a visualizar una película que tiene todas las papeletas para ser mala con ganas, al menos siempre me queda el poder desfogarme a gusto luego en el blog. Con las expectativas por el suelo, uno tiene la esperanza de, sabiendo ya a lo que atenerse, poder como mínimo disfrutar de una película de estas características y poder sacar algo bueno de ello. Después de 5 minutos de visionado, ya no lo tengo tan claro.
Among the Shadows es una película mala, pero mala en muchos de sus aspectos, y el primero de ellos es en la dirección. Puedo entender que se trata de un film de bajo presupuesto, pero eso no es excusa para que su director, Tiago Mesquita, nos ofrezca por ejemplo unas escenas de acción rodadas de manera nefasta y confusa que son un desastre mayúsculo. Se quiere dotar al film de un aspecto visual potente, pero es un quiero y no puedo constante de cámaras lentas, filtros de colores chillones y demás, al que no ayuda unos efectos visuales que ni en la peor serie de televisión, con unos cromas que cantan a la legua, unas caracterizaciones horribles donde se les ponen a los personajes lentes de contacto blancas que se nota horrores que son lentes de contacto. En definitiva, todo muy cutre que ya no es que de la sensación de estar viendo un directo a VOD, es que parece en algunos momentos algo rodado por unos amigotes una noche de improvisto.
Lindsay Lohan, es joven actriz venida a menos, parece ser el mayor reclamo de esta cinta sobrenatural con hombres lobos y vampiros, y por lo menos hay que reconocerle que no es lo peor de ella, que seguramente sea de lo poco salvable junto a la protagonista, Charlotte Beckett. Ojo, que no es que hagan unas maravillosas interpretaciones, pero es que dentro del percal en el que se encuentran, no son al menos lo peor, así que ya os podéis imaginar el nivel, he visto videos de boda con mejores actuaciones que la de algunos actores que aparecen aquí.
Lo más jodido es que el guión no es tan malo, es puro cine negro clásico con una detective de protagonista, la novedad es que no es un hombre, a la que una mujer con pinta de fatal, la Lohan, le pide que investigue el asesinato del jefe de campaña de su marido, que resulta que es el tío de la detective. Está trama detectivesca tiene el añadido sobrenatural de hombres lobo y de vampiros, que evidentemente recuerda bastante a la saga Underworld, pero aquí están infiltrados en las más altas esferas políticas y se apoya en la característica voz en off de la detective que va narrando sus pesquisas y reflexionando sobre el caso.
Total, que os recomiendo que os alejéis totalmente de ella, algo que debería haber hecho yo mismo pero me pudo la curiosidad, aunque si queréis disfrutar de una de las peores películas de género de los últimos años, esta es la vuestra, una gran clase para aprender todo lo que no se debe hacer en un film. Es una pena que teniendo un guión bastante decente todo se eche a perder por la estética y la dirección, por querer darle a la cinta un aspecto visual moderno y oscuro, y un montaje de pena, cuando es evidente que sin complicarse tanto la vida y siendo más clásicos, hubiera ganado la cosa mucho.

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