Bruce Wemple debuta en la dirección con este thriller de ciencia ficción del cual también co-escribe el guión y que nos presenta un joven atormentado por su pasado que toma drogas para poder dormir. Pero con la última remesa empieza a experimentar una extraña sensación,parece que ha viajado un día al futuro, donde descubre que ha desaparecido la niña que vive enfrente de su piso y que se le acusa de ser el culpable.
Altered Hours es un film de lo más modesto, se nota mucho visualmente sus limitaciones, pero por el contrario tiene un guión que compensa con creces y que es capaz de generar la suficiente intriga como para mantenernos atentos y olvidarnos de sus carencias visuales y su aspecto amateur en algunos momentos. El film juega a mostrarnos piezas de la trama de manera desordenada, combinando presente, futuro y pasado, que habremos de ir encajando para descubrir que es lo que realmente está sucediendo.
A medida que se van sucediendo las situaciones extrañas y los giros de guión uno tiene la sensación de que hay cosas algo forzadas, pero poco a poco la película se va encargando de ir poniendo todo en su sitio y cada pequeño detalle acaba teniendo su explicación, lo que hace que la película no deje de sorprenderte a cada momento, y es donde te das cuenta de que el guión funciona realmente bien.
Como buena película de viajes en el tiempo, se nos plantea la incógnita de si el destino ya está escrito y no se puede cambiar o si al contrario, es posible hacerlo. Will tendrá que luchar contra esa probabilidad si quiere descubrir que le ha pasado a la niña realmente y si de verdad puede salvarla.
Unas actuaciones algo justitas y un aspecto visual poco cinematográfico no impiden disfrutar de un buen guión que es capaz de sorprenderte hasta cuando piensas que ya está todo contado, y que deja claro de que no se olvida de ningún detalle ni ha dejado nada al azar, sino que todo forma parte de un plan.